Para fomentar un impacto positivo en la actuación del atleta a través del entrenamiento, es necesario exponer el cuerpo a una variedad de estímulos que se presentan como actividad o ejercicio físico (conocido como carga de entrenamiento). El propósito es que el organismo logre adaptarse a la demanda de este esfuerzo. Para confirmar la efectividad de estos estímulos, es vital seguir los principios del entrenamiento deportivo. Estos son las bases para estructurar las cargas y ordenar el entrenamiento de manera sistemática.
Principios del Entrenamiento Deportivo
1. Principio de participación activa y consciente del entrenamiento
Este principio contempla una preparación y conducción del entrenamiento y una actividad tal entre el entrenador y sus alumnos que posibiliten a cada deportista saber por qué y para qué se entrena. Del principio de lo consciente se desprende la siguiente regla: el estudiante debe conocer el resultado de su actividad así como la valoración que se da a los realizados. Cuando un deportista, después de realizar un ejercicio, analice sus movimientos, juzgue sus errores y sepa cómo superarlos, está en condiciones de repetir el ejercicio con más éxito. El conocimiento de los resultados obtenidos no es solo necesario durante el aprendizaje, sino al realizar cualquier ejercicio de entrenamiento. Cuando el deportista no compara los resultados indicados con sus propias impresiones (sentido de la velocidad, ritmo, relajamiento, simplicidad o dificultad, entre otros) no podrá saber en qué aspecto se encuentra atrasado y no logrará desplegar todas sus posibilidades ni perfeccionar sus resultados»
La participación activa del deportista no debe restringirse solo a las sesiones de entrenamiento, sino también extenderse a entender su proceso de recuperación y cómo ciertas actividades o comportamientos pueden afectar este proceso durante su tiempo libre. Según el entrenador Ritter (2011), este principio permite formular varias reglas.
El deportista debería colaborar en la definición de los objetivos del entrenamiento, participar en la planificación de los programas de entrenamiento a corto y largo plazo, y analizarlos. También debería someterse a pruebas y controles de manera continua para obtener una visión más objetiva de su progreso y basar futuras programaciones en estos análisis. Además, debería incluir entrenamientos sin la supervisión del entrenador.
Una actitud consciente y activa hacia el entrenamiento, reflejada en la definición de objetivos precisos y alcanzables, incrementará el interés en los entrenamientos y la participación entusiasta en las competiciones. En resumen, un enfoque activo y consciente hacia la preparación, combinado con un estudio profundo de la teoría y la metodología del entrenamiento, permitirá a los deportistas acumular un valioso repertorio de conocimientos y experiencias que mejorará su entrenamiento y su rendimiento en las competiciones.
2. Principio de multilateralidad
La necesidad de un crecimiento multilateral parece ser un consenso en la mayoría de los ámbitos educativos. Es esencial exponerse a un crecimiento multilateral con el propósito de establecer bases sólidas para una futura especialización.
El principio de crecimiento multilateral incluye la interconexión entre todos los sistemas y órganos humanos, y entre los procesos fisiológicos y psicológicos. Un ejercicio, en relación con su naturaleza intrínseca y sus demandas motoras, siempre requiere de la colaboración armónica de múltiples sistemas, a través de diversas habilidades biomotoras y características psicológicas.
Por lo tanto, en los objetivos iniciales de entrenamiento de un deportista, el entrenador debe considerar un enfoque orientado hacia el desarrollo funcional adecuado del cuerpo. Este principio es de particular relevancia en niños y jóvenes. No obstante, esto no significa que deba dedicarse todo el tiempo de entrenamiento al crecimiento multilateral. Por el contrario, a medida que un atleta madura y mejora su habilidad deportiva, su entrenamiento debe adquirir un carácter más especializado.
3. Principio de la individualidad
Cada atleta es único en términos de genética, habilidades, experiencia y objetivos. Por lo tanto, los programas de entrenamiento deben ser diseñados y adaptados para satisfacer las necesidades individuales de cada deportista. La individualización del entrenamiento permite a los atletas progresar a su propio ritmo y maximizar su potencial de rendimiento .
4. Principio de la variación
La variación en el entrenamiento es fundamental para prevenir el estancamiento, mantener el interés y la motivación de los atletas, y estimular nuevas adaptaciones. Los entrenadores y atletas deben variar los ejercicios, las intensidades, los volúmenes y los métodos de entrenamiento a lo largo del tiempo para mantener la efectividad y evitar la monotonía.
5. Principio de modelación del proceso de entrenamiento
En términos generales, un modelo es una réplica, una recreación de una realidad construida a partir de elementos concretos del fenómeno que se estudia e investiga. Un modelo debe ser simple, eliminando variables de menor relevancia, y realista, lo que implica que de alguna manera sea coherente y parecido a otro ya existente. Para satisfacer estos dos requerimientos, un modelo debería incluir solo aquellos métodos de entrenamiento que sean idénticos a la naturaleza de la competición. Mediante el modelo de entrenamiento, el entrenador intenta guiar y estructurar sus sesiones de entrenamiento de manera que sus objetivos, técnicas y contenidos sean lo más cercanos posible a los de la competición.
6. Principio de la sobrecarga
Para lograr mejoras en el rendimiento deportivo, los atletas deben someterse a un nivel de estrés o carga de trabajo que supere sus capacidades actuales. La sobrecarga provoca adaptaciones fisiológicas y neuromusculares que permiten a los atletas mejorar su rendimiento . La sobrecarga puede lograrse mediante la manipulación de variables como la intensidad, la frecuencia y la duración del entrenamiento.
7. Principio de la progresión
El principio de progresión sugiere que el estímulo de entrenamiento debe aumentar gradualmente a lo largo del tiempo para permitir adaptaciones continuas y prevenir estancamientos en el rendimiento. La progresión adecuada garantiza un equilibrio entre el estímulo y la recuperación, lo que permite a los atletas mejorar de manera segura y efectiva.
8. Principio de la especificidad
El principio de especificidad sostiene que las adaptaciones al entrenamiento son específicas para el tipo de ejercicio, la intensidad y la duración del entrenamiento. Los atletas deben centrarse en ejercicios y métodos de entrenamiento que sean directamente aplicables a su deporte y sus necesidades de rendimiento. Esto asegura que las mejoras en el rendimiento sean relevantes y transferibles a la competición.
9. Principio de unidad entre la preparación general y especial
Este principio destaca las conexiones que deben existir en el proceso de entrenamiento a través de sus diversas fases. Define el entrenamiento considerando el tiempo asignado a los aspectos generales y específicos, el tiempo requerido para alcanzar y mantener la forma deportiva y el tiempo necesario para lograr la destreza deportiva en diferentes disciplinas.
Algunos entrenadores, en su deseo de obtener resultados rápidos, violan este principio al aplicar las cargas de entrenamiento. Aunque a veces pueden lograr resultados inmediatos, a menudo esto va en contra de la formación integral del atleta, reduciendo la etapa de mantenimiento de la forma deportiva y la carrera deportiva del atleta en general.
10. Principio de la continuidad
El logro de un rendimiento deportivo elevado depende de mantener una continuidad en el proceso de entrenamiento a largo plazo, donde se incorporan todos los principios discutidos. Es esencial una adecuada relación entre esfuerzo y descanso para garantizar una adaptación óptima. Tras el esfuerzo, el organismo necesita recuperarse. Las interrupciones del entrenamiento, como lesiones o enfermedades, pueden afectar el rendimiento. Una mejora rápida en el rendimiento puede disminuir rápidamente, mientras que una mejora obtenida con trabajo constante tarda más en decaer. Los descansos son cruciales para la recuperación, pero deben ser apropiados: los descansos largos no promueven el entrenamiento, los cortos pueden conducir a un sobreentrenamiento y los proporcionales facilitan el fenómeno de la supercompensación.
11. Principio de la recuperación
La recuperación es un componente esencial del entrenamiento deportivo y es necesario para permitir que el cuerpo se repare y se adapte al estrés del entrenamiento. La falta de recuperación adecuada puede conducir a un rendimiento disminuido, fatiga acumulada y un mayor riesgo de lesiones. Los atletas deben incorporar períodos de descanso y recuperación en sus programas de entrenamiento para garantizar un progreso óptimo y prevenir el sobre entrenamiento.
12. Principio de la periodización
La periodización es una estrategia organizativa que divide el tiempo de entrenamiento en fases o ciclos, cada uno con objetivos específicos y cargas de trabajo ajustadas. La periodización permite a los atletas optimizar su rendimiento al abordar diferentes aspectos del acondicionamiento físico en diferentes momentos, permitiendo la adaptación y recuperación adecuadas.
13. Principio de la reversibilidad
Si un atleta deja de entrenar o reduce significativamente su nivel de actividad, las adaptaciones logradas a través del entrenamiento comenzarán a revertirse. La pérdida de condición física puede ocurrir rápidamente, especialmente en las áreas de fuerza aeróbica y resistencia muscular. Para mantener y mejorar el rendimiento deportivo, los atletas deben seguir un programa de entrenamiento consistente y ajustar sus cargas de trabajo según sea necesario.
14. Principio de la adaptación
El cuerpo humano es altamente adaptable a las demandas impuestas por el entrenamiento deportivo. A medida que los atletas se someten a un programa de entrenamiento, su cuerpo se adapta a las cargas de trabajo, lo que resulta en mejoras en la fuerza, la resistencia, la velocidad y otras capacidades físicas. La adaptación es un proceso continuo que debe ser monitoreado y ajustado para asegurar un progreso constante y evitar el estancamiento o la regresión.
Funciones y usos:
Los Principios Fundamentales del Entrenamiento Deportivo tienen diversas funciones y usos en el ámbito del deporte y el acondicionamiento físico. Algunas de sus funciones y usos principales son:
- Diseño de programas de entrenamiento: Los principios del entrenamiento deportivo sirven como guía para desarrollar programas de entrenamiento efectivos y personalizados, adecuados a las necesidades y objetivos específicos de cada deportista.
- Maximizar el rendimiento deportivo: Estos principios ayudan a los entrenadores y atletas a optimizar el rendimiento deportivo al equilibrar adecuadamente la carga de trabajo, la intensidad, la duración y la frecuencia del entrenamiento.
- Prevenir lesiones y sobreentrenamiento: Al aplicar correctamente los principios del entrenamiento deportivo, se puede reducir el riesgo de lesiones y sobreentrenamiento al garantizar una recuperación adecuada y un progreso gradual y seguro en el entrenamiento.
- Establecer prioridades y objetivos: Los principios permiten establecer prioridades y objetivos específicos en diferentes fases del entrenamiento, lo que facilita la planificación y el monitoreo del progreso de los deportistas.
- Facilitar la adaptación y el progreso: Los principios del entrenamiento deportivo ayudan a asegurar que los atletas continúen adaptándose y progresando en su desempeño al variar y ajustar los estímulos de entrenamiento a lo largo del tiempo.
- Mejorar la transferencia de habilidades: Al aplicar el principio de especificidad, los atletas pueden mejorar la transferencia de habilidades y capacidades físicas a su deporte específico, lo que resulta en un rendimiento deportivo mejorado en situaciones de competición.
- g. Mantener la motivación y el interés: La variación en el entrenamiento, en línea con los principios del entrenamiento deportivo, puede ayudar a mantener el interés y la motivación de los atletas al evitar la monotonía y el estancamiento en el entrenamiento.
Conclusión
Los principios del entrenamiento deportivo son fundamentales para diseñar y aplicar programas de entrenamiento efectivos y personalizados para atletas de todos los niveles y disciplinas. Comprender y aplicar correctamente estos principios garantiza un progreso sostenible, mejora del rendimiento y prevención de lesiones. Los entrenadores y atletas deben trabajar juntos para monitorear y ajustar el entrenamiento de acuerdo con las necesidades individuales y los objetivos de rendimiento, utilizando enfoques basados en la evidencia y el conocimiento científico actual.
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